MEJOR QUE MIGLIORE
El Vaticano se opone a la despenalización de la homosexualidad. Ya saben: ese horrendo delito por el que, en países como Irán o Arabia Saudí, uno puede acabar colgando de una soga. ¿Y qué motivos alega para estar tan contento con la situación actual? Pues copio y pego las declaraciones de Celestino Migliore, portavoz de los obispos ante la ONU:
"Con una declaración de valor político, suscrita por un grupo de países, se pide a los estados y a los mecanismos internacionales de actuación y control de los derechos humanos que añadan nuevas categorías protegidas de la discriminación, sin tener en cuenta que, si se adoptan, éstas mismas crearán nuevas e implacables discriminaciones".
La verdad es que hay que saber algo (bastante) de Cabalística para comprender el enunciado, pero por suerte un servidor es doctor en lenguas muertas y les puede orientar. La clave está en la repetición del sustantivo discriminación. En las implacables discriminaciones. El Vaticano no va a mover un dedo para impedir que un homosexual sea ejecutado en Oriente Medio porque considera que la víctima es él y el agresor el homosexual. Que cuelguen, hombre, que cuelguen. Al enemigo ni agua, no digamos bendita.
Gracias al diccionario he sabido lo que es procrastinar.
ResponderEliminarPero, después de varias visitas al diccionario y de varios ejercicios de combinatoria con la frase de Celestino, no consigo aclarar el origen de las discriminaciones.
Celestino está en otra dimensión. Que vaya con Dios.