jueves, 20 de noviembre de 2008

DIGA TREINTA Y TRES

Hoy hace treinta y tres años que se murió el viejo. Ni él, ni sus secuaces, ni las 130.000 personas asesinadas por su régimen saben aún quiénes son, ni qué lugar han de ocupar en la historia. Caudillo o genocida, patriotas o verdugos, víctimas o sediciosos, son términos que aún no hemos logrado colocar al pie de las fotos. Como un artículo de la Wikipedia en proceso de redacción e infiltrado por partes interesadas, solo que éste lleva abierto más de treinta años, y las partes interesadas somos todos. Es imposible no pensar que alguien está tratando de matarnos de aburrimiento. De humillación, de recuerdos, de crímenes, de cunetas, de amnistesia y de aburrimiento está compuesto este capítulo tan largo. Hasta que lo cerremos entre todos. Hasta que despejemos la equis. Hasta que podamos decir hasta luego, viejo cabrón, ya sabes quién eres, como en una segunda revolución de los claveles, éstos fosilizados.

1 comentario:

  1. Ah, qué razón tienes... y hasta de eso haces poesía, cabrón! Y la iglesia proclamando el OLVIDO, y no el perdón, y no quieren dar santa sepultura a sus muertos... Porque también son suyos, ¿cómo se come eso? y luego dicen que la religión está en crisis... Pues como todos, joder! y así no se levantara nunca...

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