lunes, 27 de octubre de 2008

ISLANDESES MURCIANOS

Mmmmm, qué gustito cuando cambia la hora y resulta que a la salida del curro ya es de noche... solo comparable al placer de ver salir el sol ya desde la oficina (que ya queda poco, también). Se vino el otoño y mi único contacto directo con el sol será durante la pausa del mediodía, que transcurre casi en su totalidad en el atasco de la autovía (ey, eso rima). No, no me consuela que seamos tantos, los islandeses murcianos de lunes a viernes. Ni las rimas. Ni que haya tantos otros (más de 100.000) que pasan los lunes al sol. ¿Entonces qué me consuela? ¿La foto de mis niños, en el fondo de escritorio? A esa pregunta, que es muy complicada, no voy a responder por el momento.

3 comentarios:

  1. No puedo decirlo muy alto, pero en mi trabajo hay veces que tenemos mucho tiempo libre y subimos a la azotea y vemos el mar y la montaña. La verdad es que no hace falta subir a la azotea porque todas las mañanas paso andando por un puente por encima del mar. Es lo único que me consuela cuando veo mi raquítica nómina a fin de mes.

    Espero que esto no suene a recochineo. Un saludo con "mala sombra".

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  2. Yo, que ando con clases de mañana y tarde, me levanto de noche y salgo de clase de noche...¡qué depresión tan grande!

    Salud.

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  3. ¡Otra vez la luz! ¿No decía yo que era imprescindible?
    En estos tiempos de otoño con el invierno delante como promesa de más oscuridad, quizá tengamos que mirar más pausadamente: abrir los ojos y dejarlos bien abiertos durante un tiempo, que entre la escasa luz poco a poco, para que toda ella forme una luminoidad capaz de deja algo imprimado en la retina.
    Es importante usa trípode para no cansarse -y prescindir del flash.

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