viernes, 1 de agosto de 2008

CHANGE WE CAN BELIEVE IN

Es viernes, es agosto; es un gran momento para las obviedades. Ciclón Obama ha concluido una exitosa gira europea entre baños de multitudes, especialmente en Berlín y París. Los periódicos continentales abundan en hagiografías: se presenta al senador por Illinois como la gran esperanza blanca (perdón por el chiste) del progresismo mundial frente al continuismo bushista de McCain, el imperialismo, el warmongering y el neoliberalismo.

La realidad: que la gira europea de Obama no tenía más contenido político que solicitar más apoyo militar para la ocupación de Afganistán, y que el progresismo del senador, fundado en pasadas declaraciones de intenciones con respecto a su deseo de entablar relaciones diplomáticas con Cuba y levantar el bloqueo, retirar las amenazas bélicas que pesan sobre varios países de Oriente Medio y reconducir la postura estadounidense con respecto al Tratado de Kyoto, ha desaparecido punto por punto durante la larga campaña. Éste, y no otro, es el cambio en el que podemos creer, visto lo visto. El de chaqueta.

1 comentario:

  1. Según lo que comentaban algunos periodistas sobre sus discursos, parece que adolecen de falta de concreción y de excesiva generalidad y vaguedad, lo cual es lo más apropiado para no comprometerse a nada realmente.

    En fin, un buen análisis el tuyo.

    Un saludo.

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