viernes, 23 de mayo de 2008

LOS LIMPIOS MANTELES DE SU MESA


Ya sé que el tema está un poco pasado, pero he releído la tremenda carta que Sharon Olds le dirigió a Laura Bush para decirle por qué rechazaba su invitación a la fiesta del libro de la Casa Blanca de 2005. ¿Por qué razón este último párrafo me pone los pelos de punta y un nudo como de polvorones La Estepeña en la garganta? Lean:

So many Americans who had felt pride in our country now feel anguish and shame, for the current regime of blood, wounds and fire. I thought of the clean linens at your table, the shining knives and the flames of the candles, and I could not stomach it.

El documento completo, aquí, y la traducción de Manuel Talens para Rebelión, aquí.

4 comentarios:

  1. A mí no me parece tan extraordinario:

    I thought that I could try to find a way, even as your guest, with respect, to speak about my deep feeling that we should not have invaded Iraq, and to declare my belief that the wish to invade another culture and another country--with the resultant loss of life and limb for our brave soldiers, and for the noncombatants in their home terrain--did not come out of our democracy but was instead a decision made "at the top" and forced on the people by distorted language, and by untruths.

    Ésto es muy sintomático: cuando un americano expone sus motivos contra la invasión de Iraq siempre habla primero de los soldados de su propio país —en este caso además son valientes— y de los no combatientes. Los que han tomado las armas para resistir la ocupación no son dignos de ser considerados: es posible matarlos de un disparo, o quemarlos vivos con fósforo blanco, o torturarlos, y ningún americano sentirá la menor necesidad de preocuparse por ello.

    Y lo peor es que al otro lado del charco asumimos su actitud, sin cuestionárnosla.

    Tal vez habría que empezar a decir, muy alto, que combatir por las armas al ejército estadounidense es perfectamente respetable.

    Tal vez habría que empezar a sugerir, muy a las claras, que un soldado estadounidense es, en el mejor de los casos, un niñato malcriado con ganas de darle al gatillo, y en el peor, un mercenario ultraviolento.

    Tal vez habría que empezar a dar a entender, con voz serena pero sin dejarnos intimidar, que el mundo difícilmente puede convertirse en un lugar peor cada vez que uno de esos hombres de caqui pasa a mejor vida.

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  2. Sí, estoy muy de acuerdo contigo. Sin embargo y como verás por mi blog, me dedico a la literatura (bueno, estoy aprendiendo todavía), y en nuestro país todavía no se ha dado el caso de un escritor que haya renunciado a una prebenda como forma de presión o de protesta. Sí, tuvimos a los actores y directores del No a la guerra, pero ¿a qué renunciaban? Sigue pareciéndome admirable la renuncia de Olds a pesar de que, es cierto, parece valorar más las vidas de los soldados norteamericanos que las otras que se han perdido. Y sí, el mundo es un lugar peor también cada vez que un soldado de caqui se marcha al otro barrio.

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  3. Impresionante documento, cuyo final, efectivamente, es un auténtico poema que pone los pelos de punta. Están muy bien traídas las consideraciones de "Anónimo", así como tu respuesta a las mismas. Eres un gran tipo, por eso eres un magnífico poeta. Enhorabuena por este "poste" tan bien plantado en las conciencias.

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  4. No sé; yo creo que hay mucha hipocresía y mucho miedo a quedar mal o a parecer algo que no se es.

    Aunque bueno, parece que algunos Pero, han superado ese miedo. Sin complejos. Nos gusta matar ¿y qué? Si no lloras nuestra muerte eres un apologeta de la violencia.

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