viernes, 25 de enero de 2008

LA TERCERA RESEÑA

Rubén Castillo firma en El Faro de hoy una reseña de mi libro tan buena que llevo veinte minutos con un nudo en la garganta. Me ha pasado con todas las otras, con la de Marta, con la de Sebastián, o con una de Diego Sánchez Aguilar que me llegó por emilio el otro día. Lo repito: no sé nada de mis poemas, no tengo ni la menor idea de si el pequeño artefacto que he tratado de montar con palabras funciona o no, o si se comporta según el diseño o de otras formas, etcétera. Y sin lecturas como éstas, que agradezco tanto, no podría quitarme de la cabeza la idea de no haber hecho nada. Y dado que he invertido en Música para ascensores los poemas de los últimos seis años, y todo mi mojo emocional y hasta mi mera identidad, encontrarme con que todo eso no valía para nada sería, digamos, una putada.

Así que sigo sin saber qué decir. Pero será cosa de empezar por decir: gracias.

2 comentarios:

  1. Me alegro. No dejes de escribir. Tu trabajo con el vacío está lleno de materia invisible, que no oscura, hecha de algo que no se sabe con certeza, pero que se siente, ¡vaya que si se siente! Y si no, que me lo digan a mí ( y seguro que a muchos) cuando leo "Kriptonita", "Horizonte y limones", "Miguelito battles the pink robots", "Charo y otros poemas", o los poemas 36 , 39 y 44, por poner un ejemplo.

    ¡Claro que sí!

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