miércoles, 25 de junio de 2008

GUANTANAMERA

Señoras y señores, niñas y niños, europeos todos: ¡enhorabuena! Hemos conseguido cuadrar el círculo de la iniquidad. No ha sido fácil. Desde los lejanos tiempos de los barcos negreros hasta la inoculación televisiva del consumismo desaforado, el camino ha sido largo, arduo, fatigoso. Fue necesario colonizar continentes enteros, esclavizar a sus habitantes, explotar sin descanso sus materias primas, comprar reyezuelos, armar a sus enemigos, vender armas a todos por igual, crear pequeñas élites intelectuales, y sobornar después a sus miembros para producir un caos fecundo y controlado del que seguir sacando tajada.

Así prosperamos. Así nos enriquecimos. Así llegamos a un punto de desarrollo tal que no pudimos sostenerlo con nuestros propios medios. Y llegaron los inmigrantes, para recoger la basura de nuestra sociedad de obesos, para respirar los fertilizantes que intoxicaban nuestros pulmones, para hacer los trabajos que nuestros parados se negaban a hacer. Y mientras las vacas engordaron, todo fue diálogo, interculturalidad, derechos humanos y mutuos beneficios. Hasta que ya no engordaron más. Su flaqueza ha traído consigo -en plena Eurocopa, eso sí, para que no nos enteremos mucho- la versión comunitaria de Guantánamo, centros de detención sin control judicial donde encerrar a los ilegales hasta 18 meses, y desde donde hasta los niños pueden ser expulsados en cualquier momento hacia un país que ni siquiera sea el suyo.

Hace algún tiempo, dije aquí que mi voto era útil. Ahora, después de asistir a la penosa, sonrojante actuación de los socialistas españoles en esta vergüenza, estoy más segura que nunca. Zapatero ha logrado meternos por fin en Europa. No en la de las naciones, ni en la de la primera velocidad, sino en la Europa que da asco. Enhorabuena, repito. Y ahora, si me perdonan, voy a retirarme para vomitar.


3 comentarios:

  1. Hola Joseda:
    y después de vomitar le echamos un vistazo a esa maravilla de regalo que el gobierno español le va hacer al marroquí; sí, señoras y señores, niños y niñas, le vamos a regalar a ese maravilloso gobierno varias bombas al precio de UN EURO cada una (con un precio real de unos 80.000 euros) para reestablecer las relaciones diplomáticas y que los vecinitos no se enfaden.
    NO ME JODAN...Y LUEGO PREGUNTAN POR QUÉ NOS DAMOS AL ALCOHOL Y LAS DROGAS. COMO PARA NO HACERLO.

    Abrazos y a ver si nos vemos pronto.

    H.

    ResponderEliminar
  2. Mientras nosotros vomitamos, otros rumian. Si no, de qué esa imagen cochambrosa, chabacana, mentecata y totalmente franquista que, en medio de la crisis, se ha dado del fútbol y de los aficionados españoles (que son, en definitiva, los ciudadanos que consumen y votan).

    Al final ocurre lo de siempre: que el fin (es decir, la crisis) justifica los medios (es decir, los miedos).

    ¿Qué es Europa? ¿Con quién nos aliamos? ¿Quién es el enemigo?

    ¡Si los inmigrantes votaran!

    ResponderEliminar
  3. he estado viendo tus blogs, el de las entrevistas (famosos en acción) y este más personal. enhorabuena por tus anotaciones sobre el mundo y la literatura. como me pierdo en agujeros negros y divago, siempre quise contestarte a tu nota en mi espacio pero todavía ahora lo hago. nunca es tarde si la dicha es buena, dicen. un abrazo.
    Deb.

    ResponderEliminar