LA REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES
Porque no hay un sintagma más hermoso en el universo. Escúchenlo otra vez: La revolución de los claveles.
Porque no es solo un sintagma o un tropo literario, sino que tuvo lugar y peso en el mundo justo ahí a la izquierda de donde estamos, y momento, exactamente hace treinta y cuatro años.
Porque en la radio sonó Grândola Vila Morena y la gente salió a la calle como si quedarse en su casa equivaliese a ser cómplice de un asesino.
Porque los asesinos fueron expulsados de sus sillas y hay una diferencia gigantesca entre eso y verlos morir en el poder, como ocurrió un poco más tarde con otro asesino justo aquí a la derecha.
Y porque permanece. Porque es más que un mito o un sintagma. Porque uno siempre puede quedarse a punto de llorar, si se acuerda (y éste es un buen día para acordarse) de la dignidad de los portugueses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario