viernes, 25 de abril de 2008

LA REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES


Porque no hay un sintagma más hermoso en el universo. Escúchenlo otra vez: La revolución de los claveles.

Porque no es solo un sintagma o un tropo literario, sino que tuvo lugar y peso en el mundo justo ahí a la izquierda de donde estamos, y momento, exactamente hace treinta y cuatro años.

Porque en la radio sonó Grândola Vila Morena y la gente salió a la calle como si quedarse en su casa equivaliese a ser cómplice de un asesino.

Porque los asesinos fueron expulsados de sus sillas y hay una diferencia gigantesca entre eso y verlos morir en el poder, como ocurrió un poco más tarde con otro asesino justo aquí a la derecha.

Y porque permanece. Porque es más que un mito o un sintagma. Porque uno siempre puede quedarse a punto de llorar, si se acuerda (y éste es un buen día para acordarse) de la dignidad de los portugueses.

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